Peña Sirio - Espolón (V). LA PEDRIZA - Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
Esta gran mole de granito era conocida como Cancho Postigo, su nombre en la actualidad le fue dado por los hermanos Kindelan, quienes, desde su chozo, situado en la vertiente de enfrente, veián aparecer la estrella Sirio en las noches de verano tras este risco. Precisamente, la primera ascensión conocida data de 1913, y fue realizada por los hermanos Kindelan y Pablo Martinez, que fueron no solo capaces de abrir este itinerario, sino de destrepar por el mismo, hecho que hace aún más meritoria esta ascensión.
Perfectamente visible desde Canto Cochino, esta peña es interesante por la variedad de sus vías, que conllevan muy distinto tipo de escalada y dificultades. Las líneas de la cara sur presentan una escalada, principalmente sobre fisuras, muy vertical. Pese a su proximidad a Canto Cochino, este risco no es muy frecuentado debido a su empinada y dura aproximación. Dos de sus itinerarios, "Félix Barroeta" y el "Espolón", han sido muy populares, siendo ambos bastante recomendables para iniciarse en la escalada clásica de varios largos y de autoprotección.
Advertir, que aunque la ruta es asequible, conviene llevar bien asentado el quinto grado, sobre todo para afrontar el primer largo, donde hay escasa equipación y resulta imposible la utilización de empotradores mecánicos. Otro factor importante, es la adaptación a este tipo de escalada, siendo posible el encontrarse algo descolocado ante la superación de estas llambrias con pocos y distanciados seguros, pero esto no es óbice para recomendar esta clásica ruta pedricera, una de las más bonitas en su grado de todo el macizo.
A la hora de afrontar el descenso del risco, nos veremos obligados a ser bastante solventes, para así, poder encontrar el camino más factible que nos deje a pie de vía tras realizar el rápel de cumbre. Aventura garantizada.
Población más cercana
Punto de partida
La Pedriza. Aparcamiento de Canto Cochino. Es importante señalar que existe un control de acceso a la carretera que lleva a dicho aparcamiento, este se halla limitado por horarios que varían de verano a invierno (informarse).
Aproximación
Desde Canto Cochino, bajar para atravesar el río a través de un puente y girar inmediatamente a la derecha para llegar a una pradera. Aquí, cruzamos el Arroyo de la Majadilla sirviéndonos de otro puente, donde tomamos el camino existente hacia la izquierda, evidente porque Peña Sirio es visible en todo momento. Más adelante, vadeamos el Arroyo de los Huertos (caudal seco normalmente) y seguimos hasta alcanzar la extensa Pradera del Pradillo, inconfundible por un característico bloque que se encuentra en medio de ella. Situados en este punto, tendremos que observar con detalle para hallar un empinado sendero que sale a nuestra derecha, y que entre jaras, bloques y canchales (algún hito disperso), nos va a hacer sufrir y sudar hasta alcanzar la base del risco. Calcular de 45 minutos a 1 hora de pateada.
PEÑA SIRIO - Espolón (V).
Primera ascensión por los hermanos Kindelan (José Manuel, Juan y Ultano) y Pablo Martínez en enero de 1913.
Material
Cuerdas dobles o simple, 7 cintas exprés y algún cordino o cinta larga. Todas la reuniones equipadas con parabolts.
Largo 1 (V)
Empezamos dando una gran zancada para superar una grieta horizontal y profunda que tenemos en el suelo (paso algo tontorrón y desconcertante). A continuación se escala una corta fisura, donde observamos un tornillo del pleistoceno a su derecha, superada esta se llega a una repisa. Aquí tenemos dos opciones.
Opción 1: la más habitual. Caminar desde la repisa hacia la derecha para alcanzar en un espolón el visible cáncamo de un químico (montar la R1). Por encima veremos una línea de químicos que pertenecen a la vía Maldita Vecindad (6c+). Comenzar un segundo largo, chapando uno de los químicos, y en travesía hacia la izquierda (expuesto), ganar metros hasta llegar a la primera "seta" que nos va a permitir soltar aire. A partir de aquí todo es más fácil gracias a las agradecidas presas que llevan hasta la R2.
Opción 2: esta "Variante Directa" es nuestra propuesta para esta actividad. Desde la repisa, salir hacia la izquierda para posicionarse bajo una placa de adherencia pedricera. Encarar la expuesta escalada - solo un parabolt protege este tramo -, que tras unos infames metros (Vº), culmina en la zona de "setas" y generosos agarres que, en este caso, nos lleva hasta la R1 (R2 de la opción 1), situada en el lomo del espolón de Peña Sirio.
Largo 2 (IV+/V-)
Desde la R1 (R2 de la opción 1), tenemos la posibilidad de tirar de frente (IV+) o salir un poco más a la izquierda (un poco más difícil). En todo caso, por delante nos espera una escalada disfrutona por una zona de acanaladuras de roca compacta y excelente, eso sí, la tónica es la misma: en la distancia que hay de un seguro a otro se podría estacionar un tráiler.
Largo 3 (IV+)
Largo de las mismas características que el anterior, al final del cual, se llega a una gran repisa dominada por un corto muro.
Largo 4 (original: IV - variante: 6a+/A0)
Dos opciones: la primera, consiste en atacar el muro que tenemos frente a nosotros - equipado con químicos -, y que pertenece a la vía Maldita Vecindad (6a+/A0), opción que utilizamos en esta ocasión. La segunda alternativa, y que realmente pertenece a la vía original, se encuentra más a la izquierda, donde habrá que escalar un muro con algunos tallados de la época, algo expuesto pero asequible (IV). Reunión común al final del largo.
Descenso
Desde la última reunión, subiremos a la cumbre para buscar un bloque aislado en el extremo izquierdo del risco (separado por una gran grieta), donde veremos unas argollas que nos servirán para hacer un rápel volado de 15 metros por la cara norte. A partir de aquí comienza la aventura, existiendo varias posibilidades para llegar a pie de vía, y ninguna exenta de dificultad. En nuestro caso, tras el rápel, caminamos hacia el NE, pasando por un callejón y perdiendo metros por el terreno más factible. En un punto, conseguimos descender, colocándonos en el fondo de la canal que recorre la base de la cara sur de Peña Sirio. Aquí, caminando, y realizando algún destrepe delicado en dirección oeste, alcanzamos el pie de vía (complicado y laborioso).