miércoles

PEÑA DE CHILLA (2000 m)



PEÑA DE CHILLA desde el Santuario de Ntra. Sra. de Chilla - Candeleda - GREDOS.


La ascensión a Peña de Chilla es poco frecuentada y agreste, la ausencia de un verdadero camino hace que debamos prestar atención en algunos puntos, donde el terreno irregular y lleno de piedras obstaculizan permanentemente nuestro avance, aumentando así la dureza de este tedioso recorrido que transcurre por la vertiente sur. Hasta el collado del Sillao de la Peña, donde se obtienen una de las mejores vistas de toda la Sierra de Gredos, el camino es común al del pico Almanzor subiendo por este costado de la sierra, aquí el calor pega fuerte, por lo tanto desaconsejamos el verano y épocas calurosas para realizar cualquier actividad por la zona. Cabe destacar que sí bien, la Peña de Chilla por esta vertiente apenas es un pequeño montículo granítico poco definido, su imagen cambia radicalmente por el suroeste (Garganta Tejea), donde una larga arista y un escarpado espolón, además de sus grandes paredes, sorprenden al caminante e incitan a escaladores a probar alguna de las rutas que jalonan estos muros alejados de la civilización.



Acceso:  desde Candeleda (Ávila) tomar la dirección a Plasencia, desviándonos sin salir de la población por una estrecha carretera unos 7 kilómetros. Aparcar en una explanada grande a nuestra izquierda, unos metros antes y por debajo del santuario.
Desnivel:  1350 metros.  
Tiempo ida y vuelta:  de 7 a 8 horas.


Santuario de Nuestra Señora de Chilla (660 m).
 Antes de comenzar aprovechamos para coger agua de la fuente de cuatro caños en cruz que vemos.


Hay una pequeña rotonda, de donde parten dos caminos, tomamos el camino de la derecha.


Andamos unos pocos metros antes de coger una pista a la derecha.


Avanzamos por la pista entre majestuosos robles, subiendo entre helechos y con vistas a la vertiente sur de la sierra.


Hay que ir alerta para no pasarse un estrecho sendero que nos sale a la izquierda y que asciende por una ladera tapizada de helechos, culminando en el Collado de Chilla, donde se encuentra una fuente. La única referencia que podemos dar es que desde el santuario al desvío tardamos unos 30-35 minutos.


Desde la fuente un breve ascenso nos introduce en la Garganta de Chilla.


Siempre prestando atención a los hitos iniciamos un largo flanqueo por una ladera orientada al oeste, atravesaremos un torrente, para subir pasando al lado de unas antiguas cabañas en ruinas. La Garganta de Chilla queda abajo.


Más adelante vemos a nuestra izquierda la Majada del Tío Santuario, en la Vega de la Zarza. En este punto se puede cruzar el torrente y subir a pecho pelao y con coraje por el camino del Chorro (¡no existe camino ni hostias!) a Peña Chilla. Esta opción es la que nosotros utilizamos en la bajada y... Lo flipas!. Salvaje total.


Siguiendo rumbo al norte descendemos hacia la garganta sin llegar a cruzarla.


Continuamos nuestra marcha entre piedras que obstaculizan nuestro avance.


No existe camino y es un poco agotador caminar así.


¡Atención!.  Llegamos a un punto, donde veremos una enorme roca al otro lado del torrente con una inscripción que da grima para los tiempos que corren. Hacia el NE, sin llegar a cruzar el cauce, llegaríamos a la Portilla de los Machos, en pleno Circo de Gredos.


Nosotros vadeamos el torrente para seguir hacia el noroeste, en dirección al Collado del Sillao de la Peña.


Avanzamos paralelos a la Garganta de Chilla. Sin camino visible nos movemos por este terreno irregular y sufrido. ¡Vaya paliza!.


Collado del Sillao de la Peña de Chilla (1870 m). 
Ha sido una auténtica tortura llegar hasta aquí, estas rutas gredenses te obligan a apurar al máximo. Desde este punto, hacia el NE, una durísima ascensión lleva hasta el Almanzor (caminata solo apta para flipaos y drogatas de la montaña).


Las vistas son de primer orden, la profundidad de las gargantas que por esta vertiente se levantan hasta las más altas cumbres del Sistema Central es de lo más bestial que se puede contemplar en Gredos.


Desde el collado damos la espalda al Almanzor y subimos, cómo no, a matxete hacia el SO por una empinada cuesta de grandes bloques graníticos.


Así alcanzamos la antecima de Peña de Chilla. Desde aquí podemos contemplar la cara feroz de esta cumbre, asomando a la Garganta Tejea.


Bajamos para atravesar una brecha en la cara norte y luego ascendemos los pocos metros que nos quedan para ganar la cumbre.

PEÑA DE CHILLA (2000 m)
No sé si hoy nos tocaba el día flojo del mes, o es que el desayuno no metió el suficiente combustible en nuestro carburador, pero de verdad que hemos sufrido para alcanzar la cumbre, aunque siempre compensan las vistas y las emociones interiores que nos llegan de estos parajes solitarios, donde es difícil ver un alma en todo el día. Esperando que os vitaminéis y os mineralicéis a tope; nos despedimos, txavales.

Beti Aurrera.  SALUD !!!