domingo

Vía Ferrata del Ponotx


Vía Ferrata del Ponotx - Marina Baixa (Comunidad Valenciana).

Esta imponente montaña levantina es una de las más elevadas de la provincia de Alacant con sus 1180 metros de altitud, sus verticales paredes refrendan ese aire de inaccesibilidad que transmite; en ellas, exigentes itinerarios al más puro estilo clásico desafían a los escaladores una generación tras otra. Fueron escaladores británicos los pioneros en la apertura de rutas por esta y otras vertiginosas paredes de la Comunidad Valenciana, dándolas a conocer al resto del mundo como "las Dolomitas Españolas o de la Costa Blanca". 

El Ponotx, también conocido como el León Dormido, ha sido cercado -como muchos hábitats de la zona- por la vorágine constructora y destructiva de los humanos, que han llevado el asfalto y el ladrillo hasta las faldas de la montaña, hecho que debería hacernos reflexionar sobre nuestro modo de vida a la hora de plantearnos que legado queremos trasladar a las futuras generaciones. 



INFOTOPÍA

Población (ubicación)
Tomar la calle Polígon Pla de Cantal hasta el final, donde se halla el helipuerto y un parking para vehículos. Desde este punto comienza nuestra actividad.

Aproximación
Una vez situados en el helipuerto del Ponotx, cruzar el barranco en dirección a la montaña. Coger un sendero entre el bosque que se encuentra balizado con marcas de pintura amarilla y que lleva al inicio del marcado espolón por donde transcurre la vía ferrata (15-20 minutos).

Itinerario
El recorrido de la ferrata se desarrolla por un estético, aéreo y vertical espolón hasta su finalización (1h 15m).

Descenso
Desde el final de la ferrata, tomar un sendero a la derecha que atraviesa por encima de las paredes para rebasar un espolón. Siguiendo un trazado bien marcado, se alcanza la primera instalación de rápel (25 m). A continuación encontramos el segundo y último rápel de 35 metros, que nos deja en la base de la montaña. Desde este punto, debemos tomar un sendero que desemboca en el que utilizamos para la aproximación y que lleva hasta el parking del helipuerto (1h 15 m).

Material
Casco, arnés, guantes, kit de vía ferrata, descensor y cuerda de 70 metros.

Observaciones
Bella y rotunda montaña asediada por el cemento, lo que desvirtúa bastante el valor paisajístico en su conjunto. Ferrata con buen equipamiento y con un recorrido bastante lineal y aburrido. Nada destacable.

FOTO ACTIVIDAD


sábado

Cresta de Les Coves (III+/IV)


Cresta de Les Coves o de La Foradada - Serra del Cabeçó d´Or  (Comunidad Valenciana).

Cercana a la costa de Alacant, encontramos la Serra del Cabeçó d´Or (Cabezón de Oro), un lugar ideal para la práctica de la escalada y el senderismo. Los apasionados de los itinerarios por filos aéreos tienen aquí un excelente terreno de juego, existiendo varias crestas dentro de la sierra donde quemar adrenalina, sudor y algo de vértigo. Una de ellas es la Cresta de Les Coves, cerca de un kilómetro de ameno recorrido gracias a una escalada asequible sin pasos complicados, pero donde hay que prestar atención en algún tramo aislado debido a la inestabilidad y fragmentación de la roca. 

El nombre de la cresta viene dado por la inmensa bóveda subterránea de las Coves del Canelobre (Cuevas del Candelabro), una cavidad domesticada y habilitada para la visita turística. El descubrimiento de estas cuevas se atribuye a los árabes, en ellas se halla una de las bóvedas más altas de la península, accediéndose a ellas a través de un túnel abierto durante la Guerra Civil por las tropas republicanas. En dicha contienda este lugar sirvió de refugio y fue utilizado como polvorín, habilitándose tres plataformas metálicas para la construcción y montaje de los motores del avión ruso Polikarpov I-16, conocido coloquialmente como "Mosca".  

ACCESO

Desde la localidad de Busot, tomar la carretera en dirección Xixona para llegar a un cruce, aquí coger la indicación hacia las Coves del Canelobre, subiendo por la carretera que culmina en un pequeño parking que se encuentra dentro del recinto de la cueva. Es preferible estacionar un poco antes, en un aparcamiento más grande que veremos en una pronunciada curva a la derecha (Pla de la Gralla), desde aquí andaremos unos 600 metros por la carretera hasta alcanzar el recinto de la cueva, donde iniciaremos la actividad.

INFOTOPÍA

Distancia total
3,3 kilómetros.

Desnivel
350 metros.

Tiempo
4 a 5 horas para la actividad completa.

Material
Cuerda, cintas exprés, media docena de katxarros (friends) y cintas o cordinos largos. Pies de gato opcionales.


Cresta de Les Coves o de La Foradada (III+/IV).

Coves del Canelobre

Desde la entrada a las cuevas, continuamos al sur para dar con un sendero que zigzaguea en descenso, y que va en paralelo a la cara oeste de la cresta que vamos a realizar.


Más abajo, y cuando las paredes pierden altura, tomamos una vira ascendente que nos mete de lleno en la cresta.


El principio es ancho y fácil, hasta llegar a un paso estrecho, que obliga a trepar por encima de un agujero en la roca de dudosa resistencia a nuestro peso.


Alcanzamos un pequeño espolón rematado por un corto muro vertical surcado por una fisura. 


Solventamos sin contratiempos el paso más difícil que vamos a encontrar en el día de hoy (III+/IV). No hará falta utilizar la cuerda si nos movemos con soltura en este tipo de terreno.


A continuación, la cresta se ensancha y permite ir caminando. Más adelante, pasaremos por encima de El Forat (un enorme agujero que atraviesa la montaña de lado a lado), hallando seguidamente un pequeño espolón de fácil superación.


Continuamos por el filo, con unas vistas vertiginosas y espectaculares hacia ambos lados.


Llegamos a un punto en el que se aprecia la parte más estrecha de la arista y que precede a una altiva torre calcárea.


Estamos ante la zona más afilada y aérea de todo el recorrido. Nos encordamos para escalar la estrecha sección de roca de dudosa consistencia (fácil, pero expuesto), lo cual obliga a moverse con bastante precaución.


La aventura sigue. Ahora toca superar una torre de una treintena de metros, su escalada (IIIº), más franca y compacta que la del anterior filo aéreo, se desarrolla a través de grandes bloques de roca.


Alcanzamos la zona superior de la torre, donde aprovechamos para descansar y echar un vistazo atrás, observando una parte del recorrido realizado.


En la fotografía siguiente vemos más en detalle la sección estrecha y aérea de la arista (parte inferior de la imagen).


Las dificultades han terminado. Recogemos la cuerda y caminamos hacia el norte, la impactante imagen de la cara oeste de la Torre de Paiju nos acompaña.


En el collado que hay antes de ganar la cima de la Torre de Paiju, giramos a la izquierda (oeste),
 iniciando el incómodo descenso que nos espera.


Lo que nos queda hasta enlazar con el camino del PR-CV 2, y a través del cual se llega al aparcamiento, es de traca. Haremos un descenso a matxete memorable, donde no faltarán los derrapes al límite del castañazo, arañazos por doquier, caídas polvorientas e infernales y un sinfín de blasfemias no aptas para un público menor de edad. Todo un compendio de lo que puede ser un descenso breve, pero txungo de pelotas, uno más de los que se estilan por estas tierras levantinas. 
Más tarde, y en frío, todo lo sufrido se ve de otra manera, cuando al tomar al asalto la barra de algún bar, y entre birras y cachondeo, vamos contando las "mejores jugadas" del partido". 

No tenemos remedio. C´est la vie!.



lunes

BÈRNIA (1129 m). Vuelta a la sierra por el PR-CV 7 y subida a la cima


Bèrnia (1129 m) - Serra de Bèrnia i Ferrer (Comunidad Valenciana).

Con más de 1100 metros de altitud y un perfil muy escarpado, la sierra de Bèrnia, conforma una barrera de 9 km de roca calcárea que separa física, climática y botanicamente las comarcas de la Marina Baja y de la Marina Alta. La gran altitud que alcanzan estas montañas, su diversidad ecológica y morfológica, y proximidad al mar, son lo principales factores que contribuyen a la existencia de numerosos hábitats y especies de flora y fauna, entre los que se incluyen numerosas especies endémicas.

El itinerario propuesto

En este magnífico recorrido utilizaremos el PR-CV 7, que sirve para dar la vuelta a la sierra. Partiremos desde el norte, en Cases de Bèrnia, para tomar el PR-CV 7 con dirección al Forat de Bèrnia, este paso excavado en la roca permite la comunicación entre las dos vertientes. Al recorrer los escasos 20 metros del Forat se observa un cambio radical en el paisaje. Al norte observamos un paisaje forestal con sierras aterrazadas, antiguamente ocupadas por cultivos de secano. En la cara sur la vista es imponente por la presencia del valle de Guadalest y la bahía de Altea, y donde se puede apreciar con bastante evidencia las secuelas de la voracidad urbanística, implacable en este entorno de gran belleza, donde predomina el cultivo de frutales como naranjos y nísperos.

Tras el paso del Forat, recorreremos la estrecha senda que transcurre por el flanco sur, desviándonos después hacia el collado del Portixol, punto clave para ganar la cima de Bèrnia. Desde el punto más elevado de la sierra, bajaremos hasta las ruinas de la fortificación del Fort de Bèrnia, continuando por el PR-CV 7 para dar la vuelta completa a la montaña, alcanzando así nuevamente Cases de Bèrnia, punto de partida de esta aconsejable actividad.

ACCESO

Desde Benissa, población situada al norte de la sierra, tomar la estrecha y sinuosa carretera CV-749 que de dirige a Pinos-Bèrnia. Recorridos unos 15 kilómetros se llega a un cruce, girando a la derecha se llega a Xaló en 12 km, nosotros debemos tomar a la izquierda, alcanzando seguidamente el entorno de Cases de Bèrnia, donde existen varias zonas donde poder aparcar y paneles informativos respecto al PR-CV 7.
Destacar, que el recorrido que proponemos es circular, pudiendo acceder al PR-CV 7 desde el sur, si es que así nos conviene. Para ello, tendremos que tomar el Camí de les Revoltes desde la urbanización Alhama Springs, cercana a la localidad de Altea la Vella.

INFOTOPÍA

Desnivel
640 metros.

Tiempo
 4h 30 min. 

Distancia total
11,5 kilómetros.

Observaciones
Bonita excursión por uno de los paisajes más notables de la Comunidad Valenciana. Con calor se desaconseja cualquier tipo de actividad por la zona. 


Preámbulo Utópiko

Recibimos la visita de una fría mañana otoñal a la búsqueda del tonificante sol levantino. Desayunando al calor de sus rayos, parece que vamos recuperando fuerzas y optimismo para afrontar la paliza que hemos venido a darnos. La idea inicial para el día de autos, puesto que traemos cuerda, katxarros y demás artilugios relacionados con la escalada, es la de realizar la cresta de Bèrnia, pero ante las escasas horas de luz y el fuerte viento reinante, unido a nuestra fuerte desavenencia a madrugar, nos empujó a un cambio de planes y al desarrollo de la actividad que a continuación os narramos. Ahí va la crónica.
 

Bèrnia, 1129 m.  Vuelta a la sierra por el PR-CV 7 y subida a la cima.

Cases de Bèrnia (630 m).

Tomamos el PR-CV 7 en dirección a la Font de Cabanes o de Bèrnia (SE). Al principio caminamos por asfalto para más adelante transitar por pista de tierra. Podemos observar el collado del Portixol, paso clave que utilizaremos para ganar la cumbre de Bèrnia por la vertiente opuesta a nuestra posición.


En poco tiempo alcanzamos la Font de Bèrnia, un cartel informativo de "agua no potable" desaconseja el uso de la misma, nosotros hicimos caso omiso a esta indicación y llenamos nuestras botellas aquí (nada nos pasó tras su ingesta). Subiremos por las escaleras que se hallan al lado de la fuente, siguiendo las indicaciones que llevan al Fort de Bèrnia por el Forat.


Empezamos a ascender por la senda marcada por el PR-CV 7.


Ganamos altura con clara tendencia a la base de las paredes que se alzan por encima de nosotros.


Llegamos a un abrigo natural. Cuevas como esta, llamadas "Els Sesters" (Los Sesteaderos), eran usadas antiguamente para proteger al ganado del sol en las horas centrales del día.


Continuamos caminando hacia el sureste sin pérdida alguna.


Forat de Bèrnia.

Alcanzamos este singular pasadizo de unos 20 metros de longitud excavado en la roca, comunica ambas vertientes de la sierra a través de su angosto agujero, siendo utilizado desde siempre por los pastores de la zona en busca de pastos más frescos o la protección del ganado frente al implacable sol estival.


Atravesamos el angosto túnel, que nos lleva de la mortecina luz de la cara norte, a la cálida brisa del Mediterráneo en un breve lapso de tiempo. El horizonte se abre hacia la costa, destacando Benidorm y la multitud de horrorosas urbanizaciones que afean, visual y físicamente este bello entorno. Disfrutando de las inigualables vistas desde esta atalaya, no es difícil adivinar que antaño esta zona limítrofe a la costa debió de ser preciosa, cuando carecía de las actuales cicatrices desarrolladas por los humanos.


Ya por la Solana (sur), caminamos en compañía del agradable sol que salpica el Mediterráneo.


Algo más adelante, tomamos una bifurcación a la derecha, que conduce en un corto repecho a las Pinturas Rupestres (señal indicativa).


Llegamos al Abric de la Ermita del Vicari, donde se ha levantado un enrejado para preservar las pinturas rupestres.


Desandamos el camino que nos trajo a la Ermita del Vicari para seguir al noroeste con nuestra singladura.


Abandonamos el PR-CV 7, tomando a la derecha (hito), y en dirección a dos visibles agujas, un vago sendero que discurre por una pedrera.


Un corto ascenso en varios zigzags por la ladera nos acerca al Portixol.


El Portixol (910 m).

Desde este collado se puede bajar hacia la vertiente norte (L´Ombrìa), comunicando con el tramo del PR-CV 7 que hemos utilizado inicialmente en esta ruta, y que lleva a Cases de Bèrnia. Mirando al oeste, observamos el contrafuerte que defiende la montaña por este flanco, por su lado izquierdo se intuye el punto más débil de esta muralla.
  

Nos acercamos a la base de la gran pared que nos cierra el paso, descubriendo una serie de puntos rojos pintados en la roca que indican el camino correcto.


Nos elevamos a través de una chimenea que nos obliga a realizar una serie de breves trepadas sin complicaciones.


Unos metros más arriba la chimenea muere en un caos de roca y vegetación, permitiéndonos llevar un paso más amable con nuestra condición de bípedos. Soberbias vistas hacia la cresta de Bèrnia y al omnipresente Mare Nostrum. 


Llegamos a contactar con el ancho lomo de la cresta, divisándose al fondo la cima de Bèrnia.


Continuamos por la ladera sur, con vistas a montañas muy conocidas de la provincia de Alacant.


Posteriormente, la senda transcurre por el flanco norte, encontrándonos un paso equipado con cadena.


Volvemos a salir a la línea de cresta. Para ganar la cima tendremos que perder unos metros y alcanzar una brecha.


Una vez situados en la brecha, remontaremos la parte inicial de un corto muro con la ayuda de una cuerda fija.


Salimos de nuevo a la ancha cresta final que nos llevará al punto más elevado del recorrido.


BÈRNIA (1129  m).

Magnífico mirador hacia el Mediterráneo, las sierras circundantes y sus picos. Los bancales de cultivo se suceden entre numerosas poblaciones y edificaciones al más puro estilo levantino. A lo lejos, en la costa, emerge solemnemente desde el mar el Penyal d´Ifac.


Tras un buen rato disfrutando de las panorámicas que nos ofrece la cima de Bèrnia, continuamos al NO, emprendiendo el descenso.


Llegamos a una cuerda fija que sirve de apoyo para superar el tramo en cuestión.


Más adelante, en la cara sur de la montaña, existe otro tramo dotado con una cadena en beneficio de nuestra progresión.


Llegamos a un canchal, que nos permite un raudo descenso hacia el SO. Vemos al fondo el Coll de l´Orenga, el cual utilizaremos para dar la vuelta completa a la sierra.


Alcanzamos las ruinas del Fort de Bèrnia, levantado por orden de Felipe II en 1562. Esta fortificación, situada a 800 metros de altura, y emplazada estrategicamente, se hizo construir para prevenir las revueltas de los moriscos y defender la costa de los frecuentas ataques de los piratas berberiscos. Merodeamos y curioseamos por la zona un rato.


Dejamos atrás el Fort de Bèrnia, continuando al noroeste con nuestro descenso para llegar al Coll de l´Orenga, donde seguiremos el camino que gira bruscamente al norte. A nuestra izquierda veremos el PR-CV 48 que lleva a la población de L´Algar.


Continuamos rodeando la sierra de Bèrnia por su flanco oeste hasta llegar a visualizar la vertiente norte.


Seguimos por el PR-CV 7, completando así la vuelta completa a la sierra de Bèrnia a través de dicho sendero, terminando en el entorno de Cases de Bèrnia, punto de partida de nuestro periplo montañero por estas bellas tierras alicantinas.