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Peña Foratata (2330 m) por la Cornisa Sur


Peña Foratata (2330 m) por la cornisa sur y canal SE. Descenso por los rápeles de la arista SO (Pirineo Aragonés).

Un descubrimiento fortuito

Nunca olvidaré aquella primera vez - ya ha llovido - de camino a la frontera, conduciendo en busca del sueño de coronar el Midi d´Ossau. Kilómetros antes de traspasar la línea imaginaria que divide a los dos estados, a mano diestra y todavía en territorio aragonés; con un marcado carácter alpino, vi emerger la potente figura de Peña Foratata. En una de las curvas, y a un costado de la carretera, surgió la imperiosa necesidad de detener mi vehículo, atraído por ese atractivo impulso hacia lo desconocido. Ignorada hasta ese momento, fui escrutando todas las líneas y formas de la montaña, intentando resolver el enigma que pudiese abrir las puertas a lo más elevado de ese universo rocoso. Tras unos minutos de observación, y apremiado por las verdaderas circunstancias que me habían traído al lugar, llegué a la errónea conclusión de que no parecía viable su ascenso, al menos por la vertiente que estaba visualizando, y que asoma al deplorable desarrollo urbanístico de Formigal. 
Puse en marcha el motor de mi vieja furgoneta (la misma que acabó siendo chatarra en un desguace de Errenteria), y echando un último vistazo a Peña Foratata, enfilé cuesta arriba la serpenteante carretera que lleva al país limítrofe. Consciente del magnetismo que había ejercido sobre mi aquella belleza calcárea, fue creciendo en mi interior la necesidad de hollar la cima de tan espléndida montaña, siendo tan solo cuestión de tiempo el volver con más calma e intentar llegar a la resolución al problema que me acababa de surgir.

El itinerario propuesto

¿Cómo se alcanza la cima? En realidad, existen varias alternativas para hacer nuestra la cumbre, la más factible, sin utilizar técnicas de escalada, pasa por la cornisa herbosa que atraviesa en gran parte la cara sur, donde enlazando una serie de canales, terrazas y alguna chimenea, permiten ganar hábilmente la cima de una manera notable en un inteligente itinerario, lejos de los convencionalismos de otras ascensiones. Se tiene la sensación de haber hecho algo grande, sobre todo si con anterioridad, y de camino, se ha subido a la vecina cumbre de la Foratata Occidental. 
Para hacer más interesante esta actividad, bajaremos siguiendo la arista en dirección SO; por el filo, y con algún paso de poca enjundia, descubriremos mucho más abajo unos cintajos abrazando un bloque, señal inequívoca del primero de los dos rápeles a realizar por el flanco sur de la montaña. Unos 15 metros de descenso nos sitúan en una angosta brecha que acoge a un modesto pino; en su base, otro bloque calizo dispuesto de descoloridos cintajos nos ayudarán a salvar los cerca de 20 metros restantes que quedan para alcanzar la Brecha Superior, tras finalizar el segundo y último rápel.
Podemos, si así lo deseamos, invertir el itinerario aquí dado; de hecho, personalmente, las otras veces que he subido a Peña Foratata a sido de este modo. Puestos a ello, habrá que escalar desde la Brecha Superior por donde hemos rapelado, debiendo superar la marcada chimenea obstaculizada por un bloque empotrado - paso de III+/IV -, rebasado éste, no existe mayor dificultad hasta la brecha del pino. Desde aquí, es obligado atravesar a la izquierda (aéreo), encontrando una chimenea de IIIº (roca mala) que escalaremos, una vez sobrepasada, nos situaremos en la cresta, ya de fácil ejecución hasta la cima.
 

INFOTOPÍA

Punto de partida
Urbanización que pertenece al municipio oscense de Sallent de Gállego (Valle de Tena).

Desnivel
 880 metros.

Distancia total
9 kilómetros.

Tiempo
5 a 6 horas, ida y vuelta.

Material
Cuerda, descensor y casco. Llevar unos pocos katxarros (friends) y algún cordino o cinta larga si se opta por hacer el itinerario propuesto a la inversa.


Peña Foratata (2330 m) por la cornisa sur y canal sureste. Descenso por los rápeles de la arista suroeste.

Formigal (1500 m).

Desde los altos de Formigal, y sorteando las últimas edificaciones, saldremos al campo para tomar una pista que más adelante pasa a ser una senda.


La senda (marcas de PR) zigzaguea en dirección norte en busca del Cuello del Forato. 


Tras recorrer la base de la cara sur de Peña Foratata, llegamos al Cuello del Forato. Al fondo asoman montañas muy conocidas.


Giramos bruscamente, subiendo hacia las paredes que se desprenden al suroeste.


Cambiamos de vertiente (norte), dando vista a la montaña por el lado oculto hasta ahora.


Antes de subir a Peña Foratata, ascenderemos a la Foratata Occidental, coge de camino y además nos ayudará para calentar y entrar en ambiente. No es difícil, pero tiene su intríngulis el recorrido que lleva a la cima (línea amarilla de la imagen inferior).


El terreno coge elevación, llegando algo más adelante a unas rocas (IIº), donde habrá que utilizar las manos para progresar.


Más adelante, perderemos unos cuantos metros de desnivel, encontrándonos una marcada vira que seguiremos hasta su finalización.


Tras remontar una empinada cuesta herbosa, contactamos con la cresta. Continuamos por el filo hasta un punto donde observamos Peña Foratata al fondo, y en primer término, la cercana cima de la Foratata Occidental.


Para ganar la cumbre, debemos de descender con precaución hasta una brecha, y de nuevo subir a la línea de cresta.

Foratata Occidental (2288 m).
Primera de las dos cimas que constituyen Peña Foratata.


Desde esta posición se llega a tener una buena imagen de Peña Forata, sirviéndonos para aclarar las dudas que pudiésemos tener a la hora de afrontar el siguiente reto. Podemos observar la Brecha Inferior, paso clave que lleva a la cornisa sur.


Situación de los rápeles que conducen a la Brecha Superior en el descenso que haremos desde la cumbre principal de la Foratata por la cresta SO.


Después de unos minutos de descanso, emprendemos la bajada de la Foratata Occidental, encaminándonos a la Brecha Inferior.


Un breve ascenso nos conduce decididamente hacia las paredes que caen hacia la Brecha Inferior.


Traspasamos la Brecha Inferior, y por el flanco sur, descendemos con cuidado la empinada canal que encontramos.


Un radical giro a la izquierda conecta definitivamente con la cornisa o vira sur. Avanzamos sin dificultad por esta faja herbosa en ligero ascenso.


No se tarda mucho en rebasar un espolón, tras el cual, aparece a nuestra izquierda la chimenea de entrada (marcas rojas de pintura) al vertical y sinuoso recorrido que vamos a emprender hasta la cima. Recomendamos el uso de casco debido a las piedras sueltas que encontraremos en las repisas y a lo delicado del terreno en ciertas zonas.


Es muy importante seguir siempre la marcas rojas de pintura, que dan fe del itinerario correcto.


Encontraremos numerosos pasos equipados con sirgas y cuerdas fijas que ayudan a vencer ciertas dificultades. También hay instalaciones para rapelar o para asegurar a los menos avezados en este tipo de terreno.


Más arriba, un estrechamiento a la derecha, nos lleva a cambiar de rumbo.


Alcanzamos, según nuestro criterio, la zona más expuesta de la ascensión: un corto flanqueo estrecho y aéreo que precede a la superación de un diedro.


Observamos la Foratata Occidental, llegándose a ver, por debajo, el sendero que hemos usado con anterioridad y que atraviesa la Brecha Inferior.


En la parte final se asciende por una canal bastante descompuesta, donde hay bloques muy inestables que amenazan con caerse (precaución).


Terminamos llegando a la línea de cresta, que seguiremos fácilmente hasta la cumbre.

Peña Foratata (2330 m).
Ahora sí, alcanzamos la cima; contentos, disfrutamos en soledad y por un dilatado espacio de tiempo de las vistas que ofrece esta montaña tan alpina. 


Lejana, la característica marmolera blanca de los Infiernos, destaca sobre los tonos ocre de esta única y maravillosa montaña.


Para descender, apremiamos nuestro paso por la cresta en dirección suroeste.


La cresta empieza a tomar un declive más acusado, donde encontramos algún paso (IIº) que requiere de concentración y del apoyo de las manos para progresar.


Seguimos combinando zonas de fácil ejecución con otras donde hay que poner de manifiesto toda nuestra atención.


Alcanzamos sobre el filo la primera instalación de rápel, que nos dejará en una estrecha brecha donde se halla un pino.


El primer rápel es de unos 15 metros y transcurre por una pared vertical.


Desde la brecha del pino, realizamos el segundo y último rápel de unos 20 metros, que nos sitúa en la Brecha Superior. Destacar que, como ya advertimos en los preliminares de esta entrada, podemos subir a la cima escalando por donde bajamos rapelando, encontrando el paso más difícil en un bloque empotrado (III+/IV), antes de llegar a la brecha del pino.


Desde la Brecha Superior, descendemos a través de una canal orientada al norte por terreno bastante suelto y descompuesto (marcas rojas de pintura).


La canal concluye de forma abrupta en un pronunciado cortado de unos cuatro metros (cuidado con las piedras y bloques sueltos). Este obstáculo se solventa con un delicado destrepe, donde existe una cuerda fija.


Terminamos haciendo una travesía que lleva sin problemas al sendero principal, el cual tomamos de nuevo en dirección a nuestro punto de partida. Resumiendo: bonito y variado recorrido a una de las montañas más bellas del Pirineo, lástima que se encuentre tan cerca de la "civilización" y de sus excesos.