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Risco de la Encina - Vía Arco Iris (IV+)


Risco de la Encina - Vía Arco Iris (IV+).  Sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid).

Este risco se encuentra a mitad de camino de las localidades serranas de EL Boalo y Mataelpino, su masa granítica se descuelga al sur de la Sierra de los Porrones, una alineación montañosa perteneciente a la Sierra de Guadarrama, y que en su borde noroccidental tiene en el pico de La Maliciosa su punto culminante. Al este de dicha sierra se encuentra La Pedriza, con la que comparte similitudes geológicas muy parecidas. La orientación sur del risco, y que este no está a gran altitud, aconseja elegir un día que no sea muy caluroso para ir a escalar, pues el sol se muestra implacable por estas latitudes. 

INFOTOPÍA

Punto de Partida

Aproximación (370 m de desnivel)
Situados en la Ermita de San Isidro de la localidad de El Boalo, tomar la pista hacia Mataelpino (NO) para abandonarla unos 700 metros más adelante, cogiendo un sendero a la derecha que pertenece a la vía pecuaria SL-03. Avanzar unos 300 metros para tomar un vago sendero a la derecha, y que en dirección norte sube hacia el risco, visible en todo momento. Más arriba prestar atención a un hito que marca definitivamente la senda a tomar, poco definida, torturantemente empinada y bastante salvaje a lo que vegetación se refiere (llevar ropa a la que no tengamos especial aprecio). Es fácil perder el rastro si no paramos de vez en cuando para identificar los hitos que, dispersados a lo largo del trayecto, nos llevarán en una sudada de aupa hasta la base del risco. No me equivoco al decir que la aproximación es más dura que la escalada a realizar. Calcular de 1h a 1h 15´ para semejante aventura.


VÍA ARCO IRIS (IV+) 100 m. 
Abierta por Rafael Rodríguez y Mario García.

Material
Cuerdas dobles o simple (mínimo 70 m), 7 cintas exprés, algún katxarro pequeño (friends) y cintas o cordinos largos. Vía equipada, incluidas reuniones.

Largo 1 (IV+)
La ruta comienza en la parte más baja del risco y a la derecha de la majestuosa encina que le da nombre. La primera txapa está a unos 20 metros de nuestra cabeza, pero que no cunda el pánico, siendo bastante asequible el llegar a ella. Podemos, según nuestro nivel, apetencias o miedos, entrar por el diedro tumbado, donde podemos enchufar a placer algún katxarro, o de lo contrario, por la placa a la derecha del citado diedro, carente de seguros pero de agradecida ejecución. Ambas opciones llegan a una repisa que da comienzo a un corto diedro, donde alcanzamos la primera txapa que desde el principio se nos antojaba en las antípodas. Ascendemos unos metros en bavaresa hasta que la fisura se ciega, encontrándonos aquí la segunda txapa, quizás este sea el paso de más enjundia, por decir algo, de este primer largo. A continuación se progresa en placa de fácil adherencia hasta dar con la primera reunión, incómoda y con dos argollas para rapelar.

Largo 2 (IV)
Ganamos metros siguiendo con fervor la línea de txapas hasta llegar a una terraza, de donde parte un factible diedro, siendo visible la siguiente reunión, cercana al borde de un espolón que está por encima y a la izquierda de nuestra posición. Escalamos por el diedro a placer unos metros -podemos endiñar en la fisura un katxarro pequeño-, antes de acometer una corta travesía (fácil) a la izquierda en busca de la segunda reunión, más incómoda que la anterior y con dos simples parabolts, aunque el día de autos hallamos dos maillones que algún buen samaritano abandonó para poder rapelar desde aquí.

Largo 3 (IV+)
Salimos por el muro de nuestra izquierda para llegar a un pequeño resalte que conduce a una placa que parece, a primera vista, más empinada y difícil de lo que representa. Escalamos por la disfrutona adherencia que nos brinda la roca siguiendo la línea de ferralla sin mayor dificultad, alcanzando así la tercera y última reunión. Parabolts con argollas para rapelar.

Descenso
Con cuerdas dobles podemos rapelar a través de la misma vía. Si llevamos cuerda simple deberemos rapelar hacia el lado izquierdo en el sentido de bajada, aprovechando las reuniones de las vías que surcan este flanco para llegar a la base del risco (ver croquis). Revisar que la longitud de la cuerda es la adecuada, anudar los extremos para evitar una eventual caída al vacío o descender con autoseguro (nudo autoblocante o cualquier artilugio existente que sirva para tal menester).

FOTO ÁLBUM