BISAURÍN (2670 m) desde el Refugio de Lizara - Pirineo Occidental (Huesca).
El Bisaurín es la montaña más alta de los Pirineos Occidentales entre el Atlántico y el macizo de Ossau. Este centinela calcáreo domina una región salvaje, de una extraña belleza, sorprendente por los colores de las rocas y por el plegamiento de los estratos, elevándose en la divisoria de los valles de Hecho (Echo) y Aragüés.
El recorrido que aquí proponemos es circular. Partiendo del refugio de Lizara tomaremos el GR-11.1, desviándonos al NE llegaremos a la Plana Mistresa, donde viraremos al NO en busca del Collado de Secús, antes de alcanzar éste, subiremos al sur entre las paredes para alcanzar la cresta, que seguiremos hasta la cumbre. El descenso lo realizaremos por la vía normal (SO), que lleva al Collado del Foratón, donde cogeremos de nuevo el GR-11.1 en dirección al punto de partida, el refugio de Lizara.
Acceso: desde la población de Aragüés del Puerto tomar al norte la HU-212 en 10 kilómetros. La carretera finaliza en el Llano de Lizara, donde se encuentra un amplio aparcamiento cerca del refugio.
Desnivel: 1200 metros.
Tiempo total: 6h 30 min.
Cogemos al noroeste el camino (GR-11.1) que se alza por encima del refugio.
Rápidamente el camino se ensancha, variando el rumbo al norte.
Tras unos 15 minutos de marcha abandonamos el GR-11.1, cogiendo a la derecha un sendero que sube por la ladera en dirección al enorme bastión rocoso que sustenta al Bisaurín.
Rodeamos al NE las grandes paredes, entrando en una ancha y preciosa garganta.
El sendero remonta por el lado oeste la garganta, bien trazado y evidente. En fuerte subida y oculto hasta el final, descubrimos el refugio de los Forestales (1970 m).
Poco a poco ganamos metros con la alegre melodía del agua, que corre vivamente en el deshielo primaveral.
Alcanzamos una basta llanura de hierba, pantanosa (Plana Mistresa, 1990 m). A la derecha (SE) se accede al valle de los Sarrios a través del Puerto de Bernera.
Bella estampa de un pequeño nevero colgando sobre las aguas.
Nosotros giramos a la izquierda (NO), elevándonos por el esplendor verdoso que tapiza este hermoso lugar, dirigiéndonos a un visible collado.
Sin sendero pero sin problemas, vamos acercándonos al collado, donde empezamos a pisar nieve.
Los estratos de las paredes que quedan a nuestra izquierda cautivan fuertemente, llamando nuestra atención.
El collado es en realidad una ruptura de pendiente que precede a un rellano pedregoso.
El terreno cambia y hay que adaptarse. El manto nivoso está duro y helado, ello obliga a calzarse los crampones, mientras nos dirigimos al Collado de Secús.
A unos 2300 metros de altitud y antes de llegar al Collado de Secús, subimos a la izquierda (sur), a pesar de la pendiente, bastante inclinada y de la ausencia de sendero.
Más arriba trepamos por una canal empinada, donde los bloques no están siempre estables.
Encontramos una hondonada con nieve durante mucho tiempo (neveros persistentes). Dejando a la izquierda un hundido collado (Collada Bastés), subimos a la derecha (noroeste - línea amarilla de la imagen inferior).
Proseguimos en fuerte ascensión por el sendero que atraviesa la suave hierba.
Salimos muy arriba, sorteando algún nevero entre el cascajo.
Llegamos a la cresta (el Collado de Secús está por debajo de nosotros, al norte).
Seguimos la línea de cresta pasando por la antecima del Bisaurín.
El Bisaurín aparece tras la antecima; la cresta cimera, fácil, pierde una decena de metros, remontando luego ligeramente hasta lo más alto.
BISAURÍN (2670 m).
Fantástico panorama el que podremos observar desde la cima, cosa que hoy, por imposición meteorológica, se nos ha negado. La montaña es así, e igual que hay días que te regala cielos claros, viento calmado y amplias vistas; por el contrario, otros se tornan en cielos cubiertos y grises, lluvía, niebla y nula visibilidad que impedimenta disfrutar calmadamente del momento en la cumbre.
Destemplados por la acción de la niebla en nuestros huesos, emprendemos el descenso (SO) siguiendo los hitos de la vía normal.
Perdemos metros rápidamente en un acusado descenso.
Estamos cerca del Collado del Foratón (2016 m), conectando con el GR-11.1 que abandonamos hace ya algunas horas.
En el Collado del Foratón giramos a la izquierda (NE), siguiendo el GR-11.1 en dirección al refugio de Lizara.
Pasamos por un abrevadero para el ganado y aprovechamos para repostar liquido a nuestro organismo.
Nos tomamos la última parte del camino con tranquilidad, ante la mirada curiosa del ganado vacuno que pasta por estos lares.
Terminamos esta espléndida jornada alcanzando el refugio de Lizara, punto de partida y destino final del día.
Beti Aurrera. SALUD !!!.