Castillo d´Acher (2384 m) desde la Selva de Oza - Pirineo Occidental (Huesca).
Esta singular montaña es un auténtico capricho de la geología, encontrándose aislada totalmente del resto, destaca fuertemente sobre el cielo de Oza. Su parte superior es un almenado bastión calizo, similar a una fortaleza rodeada de murallas escarpadas que, a primera vista, no ofrece ningún punto débil para su conquista, de hecho, solo tiene contados accesos. Por debajo de las murallas los contrafuertes que lo sustentan son unas empinadas laderas de areniscas rojizas que crean un inigualable marco con el verde intenso de las praderas.
Acceso: desde la localidad de Hecho atravesar Siresa y continuar al norte para atravesar la imponente Boca del Infierno. Al final del desfiladero se sale a terreno abierto y despejado, antes de cruzar el río a través del puente de Oza, veremos una amplia explanada con unos barracones en ruinas a nuestra izquierda, donde podremos aparcar nuestro vehículo.
Desnivel: 1280 metros.
Distancia total: 13 kilómetros.
Tiempo ida y vuelta: 5 horas.
Comenzamos cruzando el puente de Selva de Oza, sobre el río Aragón Subordán. Justo después de atravesarlo sale de frente un empinado sendero que, girando a la derecha, se interna en el bosque.
Ascendemos entre pinos, abetos y hayas (sendero balizado GR-11.1) hasta que el camino se ensancha.
Unos minutos después tomamos a la izquierda el sendero señalizado al Castillo d´Acher.
Más adelante atravesamos la pista de Espata para proseguir por la penumbra del bosque.
Una dura subida por el bosque nos lleva más arriba a atravesar dos barrancos consecutivos (secos en verano).
Terminamos dejando atrás el bosque por la empinadísima senda, atravesando unas laderas herbosas, con Peña Forca a nuestra espalda.
A nuestro paso dejamos a la derecha el Refugio d´Acher, al cual no hace falta llegar.
Giramos a la izquierda, siguiendo el sendero que bordea la elevación que tenemos delante de nosotros, ante las altivas murallas del Castillo d´Acher. Aquí aprovechamos para tomar un respiro y deleitarnos con las vistas.
Lejos, al noroeste, destaca el Mallo de Acherito.
También vemos otras montañas que ya hemos visitado por esta zona, como el Chinebral de Gamueta.
Vadeamos un curso de agua y atravesamos una zona de llamativas areniscas rojas.
Guiados por hitos vamos avanzando paralelos a la muralla.
Al sur llama poderosamente la atención el característico plegamiento de las paredes de Costatiza.
El sendero empieza a ascender directamente, acercándonos más a la muralla.
En un punto del camino giramos radicalmente a la izquierda, cruzando el terreno rojizo, sin apenas ascender y con unas vistas estupendas.
Fantástica imagen la que obtenemos desde esta posición de Peña Forca.
La dureza de esta última parte, antes de ganar la brecha de acceso a la cima, exige el 100 % de nosotros. Zigzagueando por la empinada pedrera nos elevamos a la velocidad de un caracol reumático.
Sudando a destajo alcanzamos la brecha (2260 m), puerta de entrada a esta amurallada montaña.
Mirando al extremo oeste podemos observar las puntas que defienden esta maravillosa fortaleza, en cuyo interior vemos un grandioso valle hundido en el centro, atravesado por una curiosa franja kárstica que contrasta con el verde de las praderas.
Desde la brecha giramos a la derecha por el marcado sendero, ascendiendo suavemente.
Tras una leve bajada hacemos un giro a la izquierda para superar los últimos metros que nos separan de la cumbre.
Atalaya privilegiada sobre la Selva de Oza y sus cumbres. Destaca al sureste la rotunda cara norte de Bisaurín, mucho más alejado vemos el Midi d´Ossau, Balaitous, Infiernos y hasta Monte Perdido.
Sin más, nos despedimos hasta otra ascensión que queráis compartir con nosotros.
Beti Aurrera. ¡¡ SALUD !!