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MONTE PERDIDO (3355 m) por el valle de Ordesa


Monte Perdido por el valle de Ordesa (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido).

El valle de Ordesa es uno de los más bellos del Pirineo, todo en su aspecto distinto guarda una belleza inigualable, por la frondosidad de su vegetación, la grandiosidad de sus parajes, la tumultuosidad de sus ríos y cascadas, la agreste belleza de sus moles inmensas. Situado en el Pirineo Aragonés, sus sugestivos parajes y selvas estimularon al gobierno de la época para otorgar la declaración de Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en 1918 en aras de su conservación. 

El Pirineo, la gran cordillera de rudas montañas, azules lagos, desafiantes picachos y crestas, con la inmaculada blancura de sus nieves, se hace aquí, en el territorio aragonés, más enérgico, bravo y misterioso. Destaca por excepcional el macizo de As Tres Serols (Las Tres Sorores), de las cuales Monte Perdido, con su altitud de 3.355 metros, es la punta dominante de las alineaciones montañosas que conforman los siguientes valles: el de Ordesa, que recorre el río Arazas; el de Añisclo, surcado por el Vellós; el de Escuaín, por donde fluye el río Yaga; y el de Pineta, donde nace el Cinca, que es el río más importante de la provincia de Huesca.


MONTE PERDIDO 
Retrospectiva de una montaña oculta.

Se ha escrito que Monte Perdido es la cumbre más noble de los Pirineos y el propio Henry Rusell, uno de sus primeros conquistadores, expresó que desde su cima se contemplan desiertos de nieve y piedra, llanuras irreales, las netas grietas de los cañones españoles, la extensiones azules, imagen virtual de bosques sin fronteras.

En principio, nadie sabía donde situar Monte Perdido, y es a esta vaguedad de montaña presentida pero no localizada a lo que debe su nombre. El francés Ramond de Carbonières dío a esta montaña una gran aureola de leyenda y bajo su empuje, desde que identificó en 1787 su cúspide desde la cumbre del Midi de Bigorre, pudo realizarse la primera ascensión en 1802. Para ello, se hizo con los servicios de los guías Rondo y Laurens que, acompañados por un pastor de Pineta, encontraron el camino hasta la cima. El 10 de agosto de 1802, cuatro días después de la conquista del Monte Perdido por estos tres hombres, pagados por Carbonières, éste repite el recorrido. La experiencia de la expedición fue relatada por Ramond en el "Journal de Mines", lo que le valdrá un reconocimiento de los cientificos de su época.

Tres años después, Carlos de Berenger, acompañado del guía Rondo, ascendió los días 25 y 26 de agosto de 1805 al Monte Perdido por la Brecha de Rolando, la majada de Góriz y las Escalas, según Lucien Briet. 

En 1862 Carlos Packe, como resultado de numerosas excursiones por el Pirineo, publicó una Guía especial de estas montañas. Poco después, en 1874, Schrader publicó un mapa de Monte Perdido, cuyos datos fueron rectificados y conplementados por Wallon en 1877. En 1888, Célestin Passet, François Sales y De Monts escalaron el Monte Perdido por el glaciar de la cara norte. Entonces había una gran cascada de séracs y unas agujas de hielo de las cuales hoy queda solo un pálido recuerdo y una huella terrosa en la piedra descarnada. Los séracs han ido derrumbándose con el paso de los años y el glaciar se encuentra en lento pero continuo retroceso.

Torla es el pueblo que abre las puertas al valle de Ordesa, desde aquí parte una carretera que en 6 kilómetros concluye en la Pradera de Ordesa, donde iniciaremos esta ruta. Hay que tener en cuenta que desde el 1 de julio al 15 de septiembre queda prohibido circular por dicha carretera, esta norma se extiende a la festividad de Semana Santa y cualquier otra fecha en la que se tenga constancia de la masiva asistencia de visitantes (conviene informarse). Existe una línea regular de autobuses que cubre el trayecto Torla - Pradera de Ordesa.


Nuestra propuesta.
Tres días, dos noches y una montaña.

Todas las rutas que conducen a la cumbre de Monte Perdido son exigentes por longitud y desnivel, de todas ellas, vamos a realizar la más clásica, que normalmente necesita de al menos dos días para llevar a cabo semejante empresa. A la hora de plantear esta ascensión, amén de subir a Monte Perdido, queríamos conocer en profundidad el majestuoso valle de Ordesa. Decididos a ello, nos lo tomamos tranquilo, dándonos tres días para tal menester. 
El primer día subiremos por el fondo del valle al refugio de Góriz, la segunda jornada haremos cima y volveremos de nuevo a pernoctar en el refugio. Utilizaremos el tercer y último día para descender, pero para tener otra visión del valle, nos serviremos de la atrevida senda de la Faja de Pelay, que atraviesa las paredes meridionales del valle y que es de incuestionable recomendación por las panorámicas que ofrece durante todo el recorrido.


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Pradera de Ordesa - Refugio de Góriz por las clavijas de Soaso.

Desnivel 
900 metros.

Distancia total  
12,5 kilómetros.

Tiempo  
3 h 30 min.

Descripción
Desde la Pradera de Ordesa (1330 m) caminamos al Este. Se llega al pequeño altar dedicado a la Virgen del Pilar, el camino se bifurca en dos: al Norte se adentra en busca del Circo de Cotatuero, y otro prosigue al Este, junto al río Arazas. Tomamos el segundo de los caminos, el de la derecha, atravesando un bosque de colosos de grueso tronco; corpulentos ejemplares de magníficas hayas. Alcanzamos el barranco de Arripas y penetramos para encontrar, entre penumbras, la cascada del Estrecho de la Cueva, en la que el río se precipita con un ruido atronador por una salvaje angostura, salvando un desnivel de cien metros. Seguidamente el río frena el empuje inicial en la Gradas de Soaso; una veintena de escalones, cuyas cascadas, dispuestas en peldaños, caen en hilos separados o en límpias láminas con diversos tonos de záfiro.
Se abre, luego, el enorme anfiteatro de montañas carentes de vegetación. Sobre las paredes del Circo de Soaso, se levantan encrespados, los gigantes de As Tres Serols (Las Tres Sorores): Monte Perdido, El Cilindro Y Añisclo llamado también, éste último, Soum de Ramond. En lo más profundo, el circo forma un recodo hacia la izquierda, donde se puede contemplar el famoso salto de la Cola de Caballo, también llamada cascada del Abanico, encontrándose próxima a las clavijas de Soaso, por las que se asciende, salvando la chimenea, la vertical pared que nos deposita en el camino que, en dirección Norte, conduce al refugio de Góriz o Julián Delgado Úbeda (2160 m), penetrando en los áridos paisajes de la alta montaña, desnudos de todo ornamento vegetal.

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Refugio de Góriz - Monte Perdido - Refugio de Góriz.

Desnivel  
1200 metros.

Distancia total 
10,8 kilómetros

Tiempo 
6 a 7 horas, ida y vuelta.

Descripción
Desde el refugio se sube en oblícuo (E) atravesando hacia la derecha. En un terreno menos escabroso por encima tomar rumbo Norte, entrando sobre la cuenca del barranco de Góriz, ladeando al pie de farallones verticales. Superar una pequeña cornisa rocosa en diagonal (IIº). Después de esta breve escalada fácil se retoma la dirección hacia el Collado del Cilindro. Siguiendo los hitos se atraviesa un pequeño caos de enormes bloques sueltos. Se sale de este extraño y bello paraje por un paso bastante pulido entre la roca con la ayuda de una cadena habilitada para superar este contratiempo. Un último resalte nos deja bajo el Collado del Cilindro, encontrando la hoya que ocupa el pequeño Lago Helado, darle la espalda y subir al SE a los roquedos que conforman el borde del corredor, que en verano deja ver traza de senda en el espolón que lo delimita por nuestra derecha, de este modo acceder a la parte alta de la canal de la Escupidera (35º), subiendo por el cascajo que se muestra incómodo de transitar y muy peligroso con nieve dura o hielo debido a su exposición hacia el abismo. ganado el hombro al norte de Monte Perdido, una última cuesta conduce a la cumbre (3355 m). Notable panorámica hacia los cuatro puntos cardinales: el increible tajo del Cañón de Añisclo al sur, la Faja de Pelay que se extiende paralela al valle de Ordesa; montañas como el Bisaurín, Aspe, Balaitous, Vignemale, La Munia, Pic Long, Midi de Bigorre... todo un plantel de cimas para disfrutar. El regreso al refugio lo haremos siguiendo el itinerario de ascenso.

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Refugio de Góriz - Faja de Pelay - Pradera de Ordesa.

Desnivel  
900 m. de descenso y unos 100 m. de ascenso.

Distancia total 
12,7 kilómetros.

Tiempo 
5 a 6 horas.

Descripción
Salir del refugio, tomando en descenso el camino que utilizamos el primer día. Se llega a la bifurcación de las clavijas de Soaso, continuar rectos por el camino que discurre por encima de las gradas y que pierde metros zigzagueando en busca del fondo del valle. Sin llegar al valle coger a la izquierda el sendero, que en ligero y progresivo ascenso, se interna en la Faja de Pelay. Este delicioso y panorámico camino, labrado a media altura por debajo de la Sierra de las Cutas, va a deleitarnos con soberbios paisajes abiertos al norte en todo el recorrido. El Tobacor da paso a la fortaleza antidiluviana de la Fraucata. En un sitio despejado de árboles se contempla el anfiteatro del Circo de Cotatuero con su afamada cascada, y por detrás, a lo lejos, asoma la Brecha de Rolando con los picos fronterizos del Casco, La Torre aparece con menor relieve, teniendo a su lado la Espalda de Marboré, y más al oeste el Taillón y la Falsa Brecha. Llegados a la incipiente proa del mirador de Calcilarruego, la fachada de la Peña Gallinero llena el horizonte, vislumbrándose la audaz Faja de las Flores, que se extiende desde el Circo de Carriata hasta el de Cotatuero. Desde esta posición el imponente Tozal del Mallo no es más que un accesorio de la peña de Mondarruego en este soberbio y majestuoso cuadro. Reanudamos la marcha bajando por la Senda de los Cazadores, que en incontables zigzags y a través de un espectacular bosque sortea los precipicios. Cerca de 700 metros de desnivel se salvan en un vertiginoso y raudo descenso que lleva al fondo del valle, donde en breve se alcanza la Pradera de Ordesa.

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