El macizo del Catinaccio (Rosengarten), al sudoeste del Sassolungo, goza de una extensa fama, solo comparable a las Tre Cime di Lavaredo. La magnificencia de la pared SE del Catinaccio, junto a las esbeltas y famosas Torres de Vajolet, son imágenes suficientemente conocidas y cautivadoras, un reclamo que atrae año tras año a excursionistas de todo el mundo y a las cordadas más cosmopolitas, deseosas de surcar alguno de los increíbles itinerarios verticales que poseen estas poderosas paredes. Más al norte, se encuentra la única cumbre del subgrupo que supera la cota de los 3000 metros, el Catinaccio d´Antermoia. Aprovechando las debilidades de la muralla oeste, y el equipamiento fijo disponible, surcaremos esta grandiosa montaña de aspecto inexpugnable que cierra el Val de Vaiolét por el norte. Jornada memorable en uno de los paisajes más admirados, fotografiados y recordados de Dolomitas.
Desde esta localidad, tomar el bus que sube por la empinada carretera SP-238 (cerrada al tráfico) hasta las proximidades del refugio Gardeccia, donde iniciaremos la ruta.
Tras madrugar, y haber tomado el primer bus que sale de Pera di Fassa, partimos hacia el NO desde las proximidades del refugio Gardeccia, caminando por el sendero 546.
Avanzamos por una ancha pista con vistas al coqueto refugio Preuss, alzado en un promontorio.
La gigantesca pared este del Catinaccio nos cautiva. Las dimensiones de esta montaña no pueden explicarse en una instantánea, hay que estar aquí, bajo sus dominios, solo así se siente la aplastante grandiosidad y sus enormes proporciones, en ella se encuentran grandes vías de escalada, destacando la Diretta Steger al Pico Central, abierta el 26 y 27 de agosto de 1929.
Más adelante nos desviamos de la pista, afrontando la subida al refugio atajando por una senda.
Refugio Vajolet (2243 m).
Desde este punto ya es visible el Catinaccio d´Antermoia. Las instalaciones de este refugio se encuentran prácticamente al lado de las del refugio Preuss.
Seguimos al norte, ahora a través del sendero 584 en dirección al Passo Principe, dejando a nuestra izquierda el desvío al sendero 542, que lleva al Passo Santner pasando antes por el refugio Re Alberto I (base para las ascensiones a las Torri del Vajolet).
Remontamos el Val de Vaiolét, acercándonos a la grandiosa pared oeste del Catinaccio d´Antermoia, por donde transitaremos más tarde.
Aquí se encuentra el refugio homónimo, al abrigo de los paredones de la Cima Piccola di Valbona.
Frente al refugio se coge el sendero que asciende en dirección a las paredes del Catinaccio d´Antermoia.
Tras rodear un característico gendarme, nos metemos de lleno en las entrañas de la montaña.
Alcanzamos una zona, donde bajamos por una corta escalera que está emplazada en un paso abrupto.
Recorremos una aérea y atrevida "cengia" (cornisa - repisa) que se dirige a un llamativo y vertical espolón.
Superamos el espolón con la ayuda de un cable que se halla en su estrecha y empinada canal.
El terreno es más favorable tras la superación de la canal.
Avanzamos en una sucesión de cortos tramos equipados con otros más fáciles.
Un largo flanqueo por la pared oeste - sin complicaciones - nos lleva a descubrir, a nuestra izquierda, un cable que colabora para vencer el siguiente obstáculo.
Seguimos ascendiendo y ganando altura, llegando a posicionarnos cerca de la cresta cimera.
Recorremos la fácil arista en busca de la cruz que corona la cumbre.
Desde la cumbre tenemos una espectacular vista del imponente Catinaccio (Rosengarten) y las Torri del Vajolet.
Para llevar a cabo la bajada de la montaña continuamos caminando por la arista en dirección este.
Un raudo descenso nos lleva a perder metros decididamente hacia la vertiente del Valon de Antermoa, donde vemos el lago y el refugio de Antermoa.
Realizamos una acusada bajada por terreno inestable y descompuesto.
Seguimos con nuestro periplo en la pérdida de cota, encontrando siempre alguna sirga en los pasajes más delicados.
La bajada se hace bastante bien y rápido, quedando la cumbre ya muy por encima de nosotros. En la imagen inferior podemos observar a dos personas descendiendo por un tramo equipado.
Mirando abajo, vemos la extraña y lunar cuenca del Valle d´Antermoia, similar a un ancho y salvaje río de arena.
La ferrata concluye con un pasamanos que atraviesa una pared.
Continuamos caminando hacia el sur, en dirección al Passo d´Antermoia, recorriendo una difusa senda que enlaza con el sendero 584.
Passo d´Antermoia (2770 m).
Rebasamos el collado para girar al oeste, al encuentro nuevamente del Passo Principe.
Rodeamos el Catinaccio d´Antermoia siguiendo el sendero 584.
Visión impactante de la Cima di Valbona, a sus faldas se erige el refugio Passo Principe, guardián de estas mágicas e insólitas tierras llenas de increíbles y fantásticos contrastes.
Un último descenso algo más fuerte nos lleva de nuevo al Passo Principe.
Retomamos el camino de vuelta al refugio Gardeccia, punto de partida de esta actividad, despidiéndonos así de un día cargado de bellas sensaciones.